Todos los profesionales involucrados en la producción de cine contribuyen desde sus diferentes departamentos a crear un lenguaje específico: el lenguaje del cine Este lenguaje toma prestados elementos de otras artes, como la literatura, la pintura, la escultura, la arquitectura, la música y el teatro. Pero también es un lenguaje propio y se rige por sus propias reglas.
Como señala el cineasta estadounidense Martin Scorsese, existen al menos seis elementos que conforman este lenguaje: palabras, movimiento, luz, sonido, tiempo y el ojo del espectador.
(Escritura de guiones)
Las palabras están relacionadas con la historia y con el diálogo, es decir, con el guion. Existen casi tantas historias como películas. Lo que suelen tener en común la mayoría es que en ellas encontramos uno o más personajes que quieren algo, que encuentran un obstáculo para lograrlo y que más tarde buscan una forma de superar esa dificultad. Esta historia se suele contar en tres partes, conocidas como tres actos: el primero (denominado introducción), en el que se presentan los personajes y la historia; el segundo (nudo), en el que la historia avanza, los personajes maduran y encuentran nuevos obstáculos; y el tercero (desenlace) en el que la trama llega a su fin, ya sea feliz o no.
Además de una historia, la mayoría de guiones también tienen diálogo. Este también es un elemento esencial en la literatura, pero mientras que los escritores pueden describir en los libros todo lo que quieren (desde acciones a pensamientos), en las películas, a menos que se utilice una narración en off, los guionistas deben encontrar una forma de mostrar la mayoría de esa información a través de las acciones de los personajes, no solo a través de sus palabras. Por este motivo muchos guionistas expertos insisten en una regla de oro al escribir para películas: mostrar en vez de decir.
Lo contrario se conoce como exposición forzada y es un problema importante en muchas películas. Un ejemplo puede ser el discurso del villano, en el que el «malo», que está a punto de matar al protagonista de la película, empieza a contarle las razones por las que lo va a matar, o cuando al principio de una película dos hermanos usan la palabra «hermano» o «hermana» para hablar entre ellos. Ninguno de estos personajes habla de una forma creíble. Solo dicen lo que dicen para que los espectadores puedan enterarse de la información que necesitan conocer para poder seguir la historia. Un buen escritor o cineasta no necesita hacer hablar así a los personajes para transmitir esa información. Por mencionar un simple ejemplo: al principio de una película, un personaje llama a otro por teléfono y le dice «soy yo», ante lo que el primer personaje sonríe. En este caso no es necesario mencionar sus nombres. Como guionistas, no estamos haciendo que nuestros personajes hablen de forma antinatural y, al mismo tiempo, le estamos diciendo al espectador que los dos personajes se conocen bien entre ellos.
(Luz y movimiento)
Además de palabras, una película también necesita movimiento, luz, sonido, tiempo y el ojo del espectador.
El movimiento se encuentra en los actores y en la cámara. La interpretación es también un elemento clave en teatro, pero actuar en una película es diferente. Los actores de películas tienen más oportunidades de hacerlo bien, ya que se puede rodar la misma escena varias veces. Sin embargo, al mismo tiempo, una película puede capturar, por medio de primeros planos que no existen en teatro, cada matiz de las expresiones faciales del actor, por lo que necesitan prestarle mucha más atención a este aspecto.
La luz y el movimiento son también clave para la cámara. Como David Bordwell (uno de los más reconocidos expertos en cine) explica, el cine moderno se caracteriza precisamente por el uso de cámaras que están en constante movimiento, incluso en escenas que son relativamente tranquilas. La luz puede usarse de muchas maneras, por ejemplo para crear ambientes, como con el uso de sombras y oscuridad tan característico de los filmes expresionistas en la Alemania de los años 20 o, mucho más recientemente, en muchas de las películas de Tim Burton.
(Tiempo y sonido)
El sonido en el cine es esencial y puede usarse para proporcionarnos información sobre la ubicación de una escena, un avance en la trama, para contarnos algo sobre los personajes de la historia o para reforzar el ambiente. Si el sonido proviene de la historia de la película (diálogo, portazos, pasos…) se llama sonido diegético. Si viene de fuera de la historia de la película (como la banda sonora), entonces se llama sonido extradiegético.
Por último, el tiempo es el elemento mismo del que las películas están hechas. Como señalaba el cineasta ruso Andrei Tarkovsky, rodar una película es como esculpir en el tiempo. Y esta escultura se crea a través del montaje, la capacidad de combinar diferentes planos en secuencias, utilizada por cineastas para comprimir el tiempo y contar historias que son más largas que la propia duración de la película. Gracias al montaje, tal vez el elemento más definitoriodel cine, las películas pueden abarcar unos cuantos días en la vida de varios personajes (Crash), muchos años en la vida de un personaje (Ciudadano Kane) o incluso hasta 3000 años en la vida de algunas criaturas (El señor de los anillos).
De hecho, los directores tienen que pensar a menudo en formas creativas de mostrar el paso del tiempo en la pantalla. Algunos de los elementos más tradicionales son mostrar el paso de las hojas de un calendario o imágenes de las cuatro estaciones del año. Otros son más atrevidos, como Stanley Kubrick en 2001: Una odisea en el espacio, dónde el plano de un hueso arrojado al aire por un simio en una época prehistórica se enlaza con el de un satélite con armas nucleares. Dos armas separadas por cuatro millones de años que se unen gracias al poder del cine.
El último elemento mencionado por Scorsese, el ojo del espectador, se refiere a nuestra contribución, como espectadores, entre todos esos cambios de plano. Cuando Kubrick nos hace viajar durante cuatro millones de años en un segundo enlazando esas dos imágenes, ¿qué pensamos? ¿Cómo afecta eso a nuestra percepción de la película? Para muchos expertos, una película no está acabada hasta que la vemos, porque nosotros le proporcionamos el sentido final, nuestra interpretación, que está influenciada por nuestra propia experiencia personal. Como explicó una vez el famoso cineasta francés Jean Luc Goddard, el cine no está ni en la cámara ni en la pantalla: está en el espacio entre ellas, donde nos situamos los espectadores.
En otras palabras, no vemos las películas tal y como son, sino tal y como somos.
Socio de producciòn: University of Roehampton http://www.roehampton.ac.uk/home/
Locutores: Nicolàs Veneri Rodríguez, Patricia Carracedo Justicia
Mùsica de: Bensound – Brazilsamba (Composed and performed by Bensound http://www.bensound.com)